Dos militares están involucrados directamente en el asesinato de la menor Heidy Mariana Peréz Rodríguez, siendo ellos quienes dispararon al vehículo en el que iba la menor.

Familiares de la niña asesinada por elementos del Ejército mexicano en Nuevo Laredo, reclaman justicia al gobierno federal, y es que a una semana de su asesinato, apenas las autoridades correspondientes inician con una investigación en torno a este lamentable hecho registrado el pasado 31 de agosto.

Raymundo Ramos Vázquez, presidente del Comité de Derechos Humanos en Nuevo Laredo, informó que, por parte de la presidencia de la República mexicana existe un intento de deslindar de responsabilidad al personal del Ejército mexicano.

‘El día de ayer la familia, los abogados y personal de Derechos Humanos hicimos un recorrido por la ruta que siguió la señora Griselda y nos quedó claro que en el lugar de los hechos, en el lugar donde se agredió a Heidy, solamente había personal militar’, añadió Vázquez Ramos.

Dijo que no darán más detalles de las pruebas que aportarán al Ministerio Público, y reitera e insiste en memoria de la menor asesinada que los responsables directos son los militares.

‘Podemos adelantar que al menos dos personas de esos militares fueron quienes dispararon hacia el vehículo de la señora Griselda’, agregó.

Además de que familiares de la menor viajarán a la Ciudad de México para solicitar una audiencia con el Presidente de la República mexicana Andrés Manuel López Obrador, para que se haga justicia lo antes posible.

La familia de la menor y abogados, sostuvieron una reunión con la presidenta municipal Carmen Lilia Canturosas Villarreal, para solicitarte apoyo psicológico y médico para el hermano de Heidy y su abuela.

La Alcaldesa respaldó a la familia y le darán todo el apoyo que requieran.

A Heydi Mariana Pérez Rodríguez, de 4 años de edad, le arrebataron la vida los soldados en un ataque directo a balazos en el vehículo en el que viajaba la menor acompañada de su abuela y su hermano Kevin de apenas 7 años.

Fue el pasado 31 de agosto que la menor se dirigía con su abuela y su hermano al Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), conocido como el de la Bandera, debido a que tenía un dolor de estómago, sin imaginar, que perdería la vida en manos de los militares quienes le dispararon sin motivo alguno al vehículo en el que iba la niña.