Vestidos de negro y con la cabeza agachada, los compañeros de clase de un manifestante baleado a quemarropa en el pecho por un policía antimotines condenaron el miércoles las tácticas de la policía y reclamaron que se determinen las responsabilidades.
El martes, durante las manifestaciones masivas contra el gobierno, un joven de 18 años se convirtió en la primera víctima conocida por fuego de la policía desde el inicio de las protestas en junio. El gobierno informó que seguía hospitalizado y su estado era estable.
Según las investigaciones y los videos, el policía disparó cuando el manifestante le atacó con una barra de metal.
El jefe de policía defendió al agente. El policía temió por su vida y tomó una decisión rápida de hacer un único disparo a corta distancia, dijo el comisario Stephen Lo.
Fue el agresor quien decidió acercarse tanto”, dijo Lo. “No tuvo opción, solo podía utilizar el arma que tenía disponible”.
Los agentes no tienen orden de disparar si se ven amenazados, aunque pueden emplear la fuerza que crean necesaria, señaló.
El comisario describió a los manifestantes como “alborotadores” y señaló que han cometido muchos delitos, desde atacar a la policía, destruir propiedad pública y vandalismo contra comercios y bancos.
La policía empleó también en esa protesta gases lacrimógenos en al menos seis puntos de la ciudad y cañones de agua.
La policía de Hong Kong se ha vuelto loca y de gatillo fácil”, dijo el miércoles la legisladora prodemocracia Claudia Mo.
“La respuesta de la policía debería haber sido utilizar un aerosol de pimienta para contraatacar. No era exactamente una situación extrema, y el uso de una bala real simplemente no puede justificarse”, dijo Mo tras ver varias veces el video del suceso.
Cientos de personas, incluidos estudiantes, protestaron en silencio frente a la escuela del herido en el distrito de Tsuen Wan.
Los asistentes se sentaron con las piernas cruzadas, algunos con la mano sobre el pecho debajo del hombro izquierdo, donde fue herido el joven.