Den mis ojos a un hombre que nunca ha visto un amanecer, la cara de un niño o la mirada de una mujer embarazada, den mi corazón a la persona a la que su propio corazón solo le causa días dolorosos y den mi riñones a aquellos que dependen de una maquina para existir semana a semana
Den mis ojos a un hombre que nunca ha visto un amanecer, la cara de un niño o la mirada de una mujer embarazada, den mi corazón a la persona a la que su propio corazón solo le causa días dolorosos y den mi riñones a aquellos que dependen de una maquina para existir semana a semana”.
Estas fueron algunas de las emotivas palabras que médicos del hospital de alta especialidad en ciudad de Madero, Tamaulipas dijeron y escucharon luego de saberse que una niña de 13 años donó sus órganos para aliviar la vida de otros tres niños, en una muy difícil decisión, que tomaron sus padres al saber que su hija había sufrido muerte cerebral a causa de la diabetes infantil que padecía.
Dana Paola Acosta Reyes, estudiaba la primaria en el Centro de Atención Múltiple de Altamira y fue ingresada al hospital numero 6 del IMSS el día 24 de diciembre del 2019 al sufrir un alto nivel de glucosa.
La niña permaneció dos meses en los que sobrevivió tres paros cardiorrespiratorios pero desgraciadamente la muerte le ganó la batalla.
Este sábado sucumbió al diagnosticarle muerte cerebral y sus padres al verla con los aparatos que la mantenían viva, realizaron el acto mas hermoso pero difícil a la vez; el de donar sus órganos.
“No llamen esto mi lecho de muerte y permiten que mi cuerpo ayude a otros en su intento por seguir viviendo” leyó con voz quebrada una de los doctores que iban a intervenir en la operación para realizar las procuraciones multiorgánicas.
“Si tienen que enterrar, entierren mis faltas, mis debilidades y todos esos prejuicios en contra de mi hermano el hombre, y si quieren recordarme háganlo con una acción agradable o palabra de aliento para alguien que lo necesite”.
La lectura de la carta ocurrió en su habitación. Paso seguido, en su cama, la llevaron a quirófano pero en el pasillo ya había una valla humana esperándola.
Médicos, auxiliares, especialistas daban fuertes aplausos como ofrenda y gratitud.
“Te voy a extrañar mucho mi amor hermoso… tú eres mi vida, tú eres mi vida… adiós mi amor”, dijo entre llantos su madre. “Brindemos un aplauso para este hermoso ángel”, expresó una enfermera.
Para la donación multiorganica médicos especialistas de la Unidad Medica de Alta Especialidad Numero 25 del IMSS en el estado de Nuevo Leon, procuraron un hígado, riñones y córneas.
Según información por el Instituto del Seguro Social, el hígado será transplantado en el instituto Nacional de Ciencias Medicas y Nutrición “Salvador Zubirán” en la Ciudad de México.
Los riñones se trasladaron vía aérea al Centro Medico del Norte de Monterrey mientras que las corneas quedaran bajo resguardo del HGR numero 6 en espera de que sean requeridas por menores de entre 10 y 15 años de edad.
Dana Paola pertenece a una familia de Altamira que son de muy pocos recursos pues su cuerpo fue velado en su domicilio ubicado en calle Eucalipto, numero 654 de la colonia Pedrera.
Ante el estado precario en qué viven los padres tuvieron que pedir apoyo a la comunidad para llevar galletas, cafe y sillas.
También les abrieron una cuenta de Saldazo y cuyo numero es 4766 8414 7556 4798 debido a que requieren 3 mil 304 pesos para pagar el cementerio donde fue enterrada este lunes.
Aunque tristes los padres se reconfortan el saber que su hija renacerá en esos tres pequeños que se vean beneficiados con sus órganos.