Desde disfraces representativos de esas fiestas, hasta la pesadilla en recibos de C.F.E. y cobros del SAT

Este último de octubre donde se celebra la noche de brujas mejor conocido como Halloween, se celebró en la frontera de diversas maneras, desde festejos entre amigos en un ambiente terrorífico, hasta en antros y empresas que invitaron a sus empleados a disfrazarse por la tarde para premiar, al mejor disfraz en efectivo o con días de descanso.
Vampiros, brujas, personajes de películas emblemáticas, de la llorona, la novia muerta, de magos de la suerte, de productos alimenticios, graciosos de bromas, chicas guapas representando a un país y hasta las mascotas fueron disfrazadas para compartir momentos de diversión, otros curiosos con instituciones donde las obligaciones nos quitan el sueo como de recibo de C.F.E. y hasta de agente de Hacienda, mientras que unos acompañando a sus hijos pidiendo dulces por las calles, otros en fiestas familiares y otros en centros de diversión.
Una tradición muy marcada en la frontera y en estados muy cercanos a la influencia de los vecinos del norte por estas celebraciones donde, los negocios no podían faltar el vestir con detalles de esta época del año para vender sus productos y a la vez divertirse y convivir un poco, así como también a manera de marketing para atraer consumidores.