La situación de los 121 inmigrantes a bordo del buque Proactiva Open Arms, que se encuentra en aguas internacionales, próxima a la isla de Lampedusa, se complica tras las nuevas medidas adoptadas por Italia.

La embarcación se encuentra por sexto día a la espera de obtener la correspondiente autorización para poder desembarcar en algún puerto de Malta o de Italia.
Los legisladores italianos emitieron un decreto para multar a las embarcaciones u organizaciones que busquen o rescaten a los migrantes que lleguen a sus aguas territoriales tras cruzar el Mediterráneo, aumentando así el riesgo que corren esas personas y ponen en peligro el futuro de las operaciones cuyo único objetivo es salvar vidas.

En tanto, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) destacó que la decisión del Parlamento italiano llega precisamente cuando otros países europeos han suspendido las actividades de rescate de migrantes y refugiados en el mar.

Con los cambios aprobados por el Parlamento, las penalidades a los barcos privados que rescaten a la gente y no respeten la prohibición de entrar a sus aguas territoriales se elevaron hasta un millón de euros, además de que las embarcaciones serán incautadas”. Charlie Yaxley, portavoz en Ginebra de ACNUR.

Tras la negativa de Malta e Italia, la Comisión Europea, que ejerce de mediadora en estos casos, afirma no haber recibido hasta ahora ninguna petición para negociar la reubicación de los rescatados y acabar así con el bloqueo.